Extracto:Por el estrecho de Ormuz circulan a diario unos 17 millones de barriles de petróleo, frente a un consumo mundial que ronda los 100 millones de barriles al día.
Los mercados globalesse preparan para grandes turbulencias después del ataque de EEUU sobre Irán. Aunque las principales bolsas permanecen cerradas en Europa y Wall Street, la mayoría de plazas abren este domingo en Arabia Saudí, Dubai o Israel,que reflejarán de forma inmediata el cambio de escenario a peor en la guerra en Oriente Medio.
Los precios del petróleoy el gas naturalse dispararán con toda probabilidad, según los expertos, después de que lo haya hecho más del 10% desde el viernes 13 de junio cuando Israel atacó Irán. La preocupación sobre el suministro de hidrocarburos se debe a que Irán ha amenazado repetidamente que si EEUU se involucraba en el conflicto que tiene con Israel podría recurrir al cierre del estrecho de Ormuz, un punto estratégico del tráfico marítimo de petróleo y gas en el Golfo Pérsico.
El ataque anunciado por Donald Trumpera la principal preocupación de los inversoress hasta el pasado viernes, después de que el presidente anunciase un plazo de dos semanas para dar tiempo a las negociaciones y que Irán se rindiese. Sin embargo, no ha tardado ni dos días en ordenarlo.
Los expertos ya advertían de un escenario de turbulencias para los mercados financieros si EEUU se incorporaba a la guerra entre Israel e Irán. Lasbolsas pueden caer bruscamentey losbonos más seguros podrían recibir flujos de capital en busca de refugio, lo que se traducirá en subidas de precio y caída de los rendimientos de estos activos, según los expertos.
Los futuros del crudo Brent,referencia europea, se han disparado hasta un 18% desde el 10 de junio, alcanzando un máximo de casi cinco meses cerca de los 80 dólares. En cambio, las bolsas han aguantado mejor. El índice S&P se ha mantenido relativamente estable tras una caída inicial, aunque en Europa tanto el Ibex en España, el Dax en Alemania o el Cac en Francia han sufrido más.
El estrecho de Ormuz, en el punto de mira
Kuwait, Irak, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Bahréin… Los principales países exportadores de petróleo y gas del mundo se agrupan en torno al Golfo Pérsico. Su única vía marítima de salida hacia el océano Índico es el estrecho de Ormuz, un paso natural de entre 30 y 100 kilómetros de ancho, por el que transita aproximadamente el 20% del crudo que se consume a nivel global.
“El estrecho de Ormuz es un cuello de botella crítico, por el que pasa aproximadamente el 30% del comercio marítimo mundial de hidrocarguros. Sin embargo, su cierre total, aunque a menudo amenaza con cerrarse, sigue siendo improbable. Las exportaciones de Irán dependen de este paso, y cualquier intento de bloquearlo podría distanciarse de compradores clave como China”, comentabaLale Akoner,analista del bróker eToro, a comienzos de semana.
Aunque los incidentes se han ido repitiendo durante los últimos años,la entrada en guerra directa de EEUU con Irán abre un escenario inédito en la actual crisis. Entre mayo y junio de 2024 Irán intervino en varios incidentes que afectaron a cuatro petroleros y provocó intercambio de ataques con drones entre Teherán y Washington. “Históricamente, el estrecho nunca ha estado completamente bloqueado, ni siquiera en épocas de conflicto intenso”, asegura Akoner.
Por Ormuz circulan a diario unos 17 millones de barriles de petróleo, frente a un consumo mundial que ronda los 100 millones de barriles al día. Qatar, líder mundial en exportaciones de gas natural licuado, también depende de esta ruta estratégica para mover su producción. Por este motivo, el estrecho de Ormuz sigue figurando entre los puntos más delicados del mapa geopolítico mundial.
Los mercados no olvidan el profundo impacto que han tenido los conflictos pasados en esta región sobre los precios de la energía. Desde el embargo petrolero de los años 70, pasando por la guerra entre Irán e Irak en los 80 o la invasión de Kuwait por parte de Irak y la posterior guerra en 1991 que involucró a decenas de países de todo el mundo, incluido España.
“El embargo petrolero de 1973 desencadenó un aumento del 300 % en los precios del petróleo y una profunda recesión.Hoy en día, un flujo de información más rápido, cadenas de suministro más equilibradas e inversores mejor informados permiten a los mercados evaluar el riesgo y reajustar los precios de forma más eficiente”, comenta eToro.
También provocó una fuerte subida del petróleo la ocupación estadounidense de Irak hace dos décadas, que contró con el respaldo de Arabia Saudíy países europeos como España. En cada uno de esos episodios, el petróleo se encareció bruscamente y la volatilidad dominó los mercados, dejando claro que laestabilidad en Ormuz es un factor clave para la seguridad energética mundial.
Uno de los principales focos de preocupación para los mercados es la consecuencia de este conflicto en los precios del petróleo, lo que a su vez podría elevar la inflación justo cuando la Reserva Federal (Fed) se disponía a valorar nuevos recortes de tipos de interés. En cambio, el Banco Central Europeo (BCE)podría tener que optar por un giro de 180 grados después de haber realizado hasta ocho bajadas desde junio de 2024.
Según una previsión de Oxford Economics, el precio del petróleo podría escalar hasta los 130 dólares por barril si se produce el cierre del estrecho de Ormuz, lo que dispararía la inflación en EEUU cerca del 6% hacia finales de año. “Este shock en los precios probablemente reduzca el gasto de los hogares al afectar sus ingresos reales. Además, el repunte de la inflación y el temor a efectos inflacionarios secundarios podrían frustrar cualquier posibilidad de recortes en las tasas de interés durante este año”, señala el informe previo al ataque citado por .
Descargo de responsabilidad:
Las opiniones de este artículo solo representan las opiniones personales del autor y no constituyen un consejo de inversión para esta plataforma. Esta plataforma no garantiza la precisión, integridad y actualidad de la información del artículo, ni es responsable de ninguna pérdida causada por el uso o la confianza en la información del artículo.